Por Ricardo Bustos
Dicen que cuando uno compra un producto, casi siempre lo hace por el envase y muchas son las veces en las que nos llevamos sorpresas poco agradables por ello. Para salir de la duda, siempre es bueno investigar, estudiar, cotejar entre diferentes autores la posibilidad de aclarar conceptos que posiblemente nos dejen alguna duda.
Josué Ferrer (Valencia 1980) joven escritor Valenciano, periodista, profesor, traductor y conferenciante, es Licenciado en Ciencias de la Información (periodismo) por la Universidad Cardenal Herrera CEU (2004), obtuvo el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) por la Universidad Politécnica de Valencia (2007) y es Profesor de Lengua Valenciana por lo Rat Penat (2008). Habla español, valenciano, inglés y catalán. Ha publicado 10 libros y recibido varios premios por sus trabajos, entre ellos «por que dejé de ser ateo» o «prohibido pensar«.
El 18 de febrero de 2015, Josué Ferrer publicaba en su blog un trabajo en donde se preguntaba ¿Por qué las naciones protestantes son ricas y las católicas son pobres?. Según el escritor de los 10 países del mundo que tienen mayor renta per cápita, 7 son protestantes y como ejemplo nos detalla cada uno de los items en donde se marca la diferencia.
En educación, relata Ferrer que con la reforma Protestante del siglo XVI, el teólogo Martín Lutero planteó la necesidad de que la gente leyera la Biblia y para ello tuvo que hacer una gran campaña de alfabetización para instruir a un pueblo inculto, pero en los países católicos bastaba con que el sacerdote supiera leer ya que era mas que suficiente.
Así en el siglo XVIII en Inglaterra y Holanda, la alfabetización alcanzaba ya al 70 % de la población, mientras que en España o Portugal no llegaba al 10%.
En Ciencia, los países reformados, volcados en la lectura de la Biblia, empezaron a interesarse por el estudio del mundo, de la naturaleza y las estrellas, inspirados, dice, por los libros como Génesis, Salmos y otros textos sacros. No es de extrañar que en estas Naciones comenzaran a surgir científicos como hongos de la tierra, pero en los países del sur de Europa, la Inquisición quemaba en mitad de la plaza a los Científicos, tratándolos de herejes y usaba sus trabajos para engrosar el catálogo de libros prohibidos.
Para los Protestantes, la «mentira» es un pecado muy grave que se cita en los 10 mandamientos junto al homicidio, el adulterio o el robo.
Así en Alemania, un político debe dimitir si se demuestra que ha mentido, en Estados Unidos se puede ir a prisión si entregas un cheque sin fondos, pero en los países católicos como Italia o Malta, es un pecado venial, un «pecadillo», por tanto la «mentira» inunda la política, la administración y las finanzas y no se puede confiar en nadie.
Cuando habla de «Robo», destaca que en los países reformados se entendió claramente que el «robo» era muy grave, que todos los hombres eran iguales y que por tanto la propiedad privada era un derecho inalienable de todos los hombres, pero en los países de la «Contrareforma», mucho mas apegados al Antiguo Régimen, la propiedad privada era un privilegio de la Corona, la nobleza y la Iglesia Católica.
No en vano el comunismo triunfó en la Católica» isla de Cuba. Nadie habría apoyado a un Fidel Castro en Canadá.
El trabajo ocupa un lugar diferente entre los Católicos o Luteranos. Mientras que en los países católicos el trabajo es un sacrificio, casi un castigo de Dios-al ser expulsado Adán del paraíso- y los oficios manuales tienen menos prestigio que los intelectuales.
En los Protestantes el trabajo no es malo, de hecho, Adán ya trabajaba en el «huerto del Edén». Ser barrendero es tan digno como ser Cirujano y trabajar con excelencia y de forma ética también es una honra a Dios.
Max Weber lo resumió como trabajo, ahorro y esfuerzo. (Maximilian Carl Emil Weber fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública).
En el capítulo del Capitalismo, Ferrer opina que para la Iglesia Católica, la riqueza es un estigma y la pobreza un signo de humildad y sencillez.
El protestantismo, por su parte entiende que el problema no es el dinero en si, sino el amor al dinero y que de hecho ser rico no es incompatible con ser un buen creyente.
No es casualidad que el capitalismo, la banca y los negocios hayan alcanzado su máxima expresión en los países de la reforma.
Por último, la Democracia
En los países protestantes se apostó por la libertad y la democracia y por una separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Destaca a Suiza con su casi envidiable democracia directa.
Por contra los países del sur de Europa y las repúblicas iberoamericanas se ahogaron en un sin fín de monarquías absolutistas, fascismos, guerras civiles y golpes de estado que las condenaron a la pobreza y el atraso.
«En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras». Bertrand Rusell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556